CONSTITUCIÓN SUBJETIVA Y TRANSFERENCIA.

Lic. Mariana Martinez Liss.

El desarrollo del seminario estará atravesado por el concepto de transferencia y deseo del analista, lo que le da la impronta clínica que pretendemos y que orienta nuestra práctica.
La clase de hoy es sobre constitución subjetiva.
Pensar la constitución subjetiva  supone que el niño, para devenir tal, es necesario que se constituya. Esto implica determinadas operaciones.
Tanto en Freud como en Lacan hay diferentes épocas de su enseñanza y diferentes modos de abordar la constitución subjetiva.
Hablar de constitución subjetiva nos lleva a pensar en tiempos instituyentes para la subjetividad que los pensamos como tiempos lógicos, necesarios, que se desarrollan en un tiempo cronológico.
En pacientes adultos uno deduce la constitución de las operaciones o no. ( su efectuación o no)
Mi hipótesis es que en la clínica con niños o bien podemos deducirlas como ya efectuadas o bien asistimos a cierto detenimiento en su efectivización, o bien asistimos a la constitución subjetiva en el análisis. ( anudamiento de la estructura)
En la conferencia en Ginebra sobre el síntoma, Lacan dice:
"Sabemos muy bien en el análisis la importancia que tuvo para un sujeto, vale decir, aquello que en ese entonces no era absolutamente nada, la manera en que fue deseado. Hay gente que vive bajo el efecto, que durará largo tiempo en sus vidas, bajo el efecto del hecho de que uno de los dos padres- no preciso cual de ellos- no lo deseó. Este es verdaderamente el texto de nuestra experiencia cotidiana.
Los padres modelan al sujeto en esa función que titulé como simbolismo. Lo que  quiere decir, estrictamente, no que el niño sea el principio de un símbolo, sino que la manera en que le ha sido instilado un modo de hablar, no puede  sino llevar la marca del modo bajo el cual lo aceptaron los padres. Sé muy bien que esto presenta toda suerte de variaciones y de aventuras. Incluso un niño no deseado, en nombre de un no sé qué que surge de sus primeros bullicios, puede ser mejor acogido más tarde. Esto no impide que algo conserve la marca del hecho de que el deseo no existía antes de cierta fecha. 
Aquí se lee que son necesarias determinadas operaciones para que un ser devenga sujeto. También que el modo bajo el cual lo aceptaron los padres dice del modo por el cual un niño es alojado por el otro, sea quien fuere aquel que encarne una función que se juega en la oferta de un lugar que promueva la constitución subjetiva en términos de articulación de deseo-ley.  Y hay algo fundamental a subrayar: “un niño no deseado…  puede ser mejor acogido más tarde”. Esto es importantísimo, porque, a mi entender y por mi experiencia clínica, esto nos permite pensar que en el encuentro con un analista se pueden producir nuevas condiciones que posibiliten una respuesta diferente por parte de un niño. En este punto es necesario que tengamos en cuenta que vamos a hablar de operaciones que se entraman con  funciones que se encarnan.  
Qué entendemos por constitución subjetiva?
Para trabajarlo ubicaremos en primer lugar algunas cuestiones en Freud que nos permiten pensar la posición del niño en la estructura y nos permitirá pasar a las conceptualizaciones lacanianas.
Podríamos decir que uno de los nombres del objeto a de Lacan, en Freud será “lo pasivo”.
Ubicamos en Freud la indefensión original del ser humano que requiere auxilio ajeno. También la posición pasiva respecto de la seducción como efectivamente acontecida, luego en la fantasía de seducción. En la relación preedípica con la madre, la madre es el 1° objeto de amor tanto para la niña como para el varón. El niño entra a la estructura en posición pasiva, esto es, en posición de objeto.
 Dependerá del modo en que el encuentro con el Otro se elabore, se subjetive, que ese “ser humano” devendrá sujeto. Se tratará de hacer de la falta estructural, pérdida. En Freud podemos pensar la castración estructural en relación al objeto radicalmente perdido de la pulsión; en Lacan, no hay relación sexual. Con eso, hay que hacer, la  castración es un hecho de estructura por eso las operaciones siempre tienen algo de fallido y por eso hay síntomas por ejemplo.
Entonces es en relación al Otro que el sujeto se constituye. Otro que seduce, Otro que libidiniza el cuerpo del niño creando así las condiciones de posibilidad del “niño perverso polimorfo. Para que la falta se constituya en pérdida es necesario el Otro. Ahí entran en juego las funciones y su operatoria, de ahí lo singular, caso por caso.
De posición de objeto a un niño como perverso polimorfo.
Cómo se constituye un niño a la altura del Seminario 5? Qué operaciones vamos a tener en cuenta?
Al niño lo vamos a ubicar como súbdito (objeto a luego), como falo, como sujeto. La función paterna (FP) es la operación que posibilita el advenimiento de un niño.
Vamos a pensar la FP en una doble vertiente:
-FP como estructurante de la subjetividad del niño.
-FP como aquella que el analista pone en función en el análisis y que orienta la dirección de la cura .
Vamos a ubicar la FP en el Seminario 5 en primer lugar para luego situar lo que plantea en las Dos notas sobre el niño acerca de la FP.
Seminario 5
Lacan dice que la metáfora paterna concierne a la función del padre y que la función del padre está en el corazón del Edipo. Acerca del papel del padre dice: el padre está vinculado con la ley de la interdicción del incesto. El vínculo de la castración con la ley es esencial. Entonces el padre introduce la castración  (la falta) por la vía de la ley a esta altura de su enseñanza.
El padre es un significante. Indica Lacan que ahí hay que buscar la carencia, en el nivel del significante, no de la persona. Es un significante privilegiado entre los significantes. Recuerden que a esta altura el Otro es el tesoro del significante y sede de la ley. El NP es el Otro en el Otro. (pag 150 ). Es una dimensión que pertenece al orden del significante y se encarna en personas que soportarán esa autoridad. Lo esencial es que el sujeto, por el procedimiento que sea, haya adquirido la dimensión del NP. (pag 159) el NP hay que tenerlo, pero también hay que saber servirse de él. De esto pueden depender mucho el destino y el resultado de todo este asunto. ( pag 160)
Subrayo “por el procedimiento que sea” y lo relaciono al “más tarde” que ubicábamos en la Conferencia en Ginebra ya que ambos nos llevan a pensar en la dimensión transferencial
Recordemos la metáfora paterna:
 NP    DM       NP(A)
 DM       X      Falo
En la Metáfora paterna se trata de lugares, de funciones. Las funciones se encarnan y de ahí su posibilidad o no de operar. NP y DM son significantes. La metáfora paterna introduce la falta en el deseo del Otro. El NP barra al deseo de la madre, lo equivoca, le da otro sentido. El resultado de esa operación es la significación fálica y la separación del goce del cuerpo. Así inaugura una serie de sustituciones posibles, en términos freudianos: ecuación simbólica. Se abre una  dimensión ficcional.  NP permite elaborar esa 1ª marca, el DM es un deseo oscuro, caprichoso. MP: lectura lacaniana del Edipo freudiano que incluso Lacan va a desplegar en 3 tiempos lógicos que nombrará 3 tiempos del Edipo y que plantean momentos de subjetivación. La FP se efectiviza en los 3 tiempos. Vamos a desarrollarlos brevemente para de este modo precisar la FP en cada uno de ellos.
1° tiempo: la instancia paterna se introduce bajo una forma velada o todavía no se ha manifestado. (La relación del niño no es con la madre, sino con el deseo de la madre: deseo de deseo: el falo.) El niño es súbdito, se encuentra sometido al capricho de aquello de lo que depende: ley incontrolada de la madre.
2° tiempo: Nodal padre privador e interdictor. Hay una remisión de la madre a una ley que no es la suya sino la del Otro. Lo decisivo es la relación con la palabra del padre. El padre se afirma en su presencia privadora en tanto es quien soporta la ley y esto ya no es de forma velada sino una función mediada por la madre que es quien lo establece como quien dicta la ley.  (Esto se relaciona a lo que ubica Lacan en Una cuestión preliminar respecto al lugar que le da la madre al padre en relación a la promoción de la ley) El padre interviene en calidad de mensaje para la madre y lo que enuncia es una prohibición, un no: doble prohibición: no te acostarás con tu madre, no reintegrarás tu producto. El padre prohíbe a la madre: en cuanto objeto es suya, no del niño. El niño resulta conmovido, cuestionado en su posición de súbdito. Esto es muy interesante porque anticipa lo que luego en el Seminario 22 va a ubicar respecto del deseo del padre, la péreversion, padre como hombre.
3° tiempo: De este momento depende la salida. En este tiempo es necesario que el padre mantenga lo prometido, del hecho de que él tiene el falo debe dar alguna prueba. El padre interviene como el que tiene el falo y no como el que lo es. El padre puede darle a la madre lo que ella desea y puede hacerlo porque lo tiene. ( también anticipo del 22)El padre interviene como real y potente. Se produce la identificación con el padre. El Edipo declina. El niño tiene en reserva todos los títulos para usarlos en el futuro. El padre se manifiesta en el acto del don.
Así en los 3 tiempos ubicamos 3 modos en los que se manifiesta la FP.
    FP                                             Niño: del a a S                     Dir  cura
1. bajo una forma velada                  súbdito                            del ser
2.   padre privador                          conmovido                            al
3.   padre donador, potente.    Identificación Terminal/títulos        tener

Son 3 modos en los que se manifiesta la función paterna que se articulan en torno al padre como ley, como regulación, mediación. Esta sería la vertiente estructurante de la FP.
En las Dos notas Lacan retoma la idea de mediación respecto de la función del padre: la función del padre asegura normalmente la mediación.
Entonces a la altura de las Dos notas Lacan piensa la función paterna en relación a la mediación y le da una vuelta más a FP cuando ubica al final de las Dos notas una referencia muy precisa respecto a la constitución subjetiva.
La constitución subjetiva está en relación a lo irreductible de una transmisión que implica la relación con un deseo que no sea anónimo. Deseo no anónimo que signa tanto la función materna (FM) como la FP: la función de la madre: en tanto sus cuidados están signados por un interés particularizado, así sea por la vía de sus propias carencias. La función del padre, en tanto que su nombre es el vector de una encarnación de la Ley en el deseo: articulación de: nombre, encarnación, ley y deseo. A esta altura la castración se introduce por la vía del deseo. Esta perspectiva da lugar a pensar  la intervención del analista.
Aquí ya habla de FP y FM, en el Seminario 5 solo hablaba de FP y de DM que no es lo mismo que FM.
Para precisar mejor lo que entendemos por FM, además de lo que ubica en las Dos notas, tomemos lo que Lacan plantea en El saber del psicoanalista cuando dice que el amor de una madre hacia su hijo tiene que ver con la castración. Esta concepción del amor materno es muy diferente a la que aparece en Freud en Introducción al narcisismo. Pag 86. “Aún para las mujeres narcisistas, hay un camino que lleva al pleno amor de objeto. En el hijo que dan a luz se les enfrenta una parte de su cuerpo propio como un objeto extraño al que ahora pueden brindar, desde el narcisismo, el pleno amor de objeto”. Es importante distinguir la función del amor atravesado por la castración del amor narcisista.
Respecto de la FP, a la altura del Seminario  5 solo ubicábamos la encarnación de la ley a la autoridad como sustento necesario a la FP, en cambio aquí habla del NP en relación a la encarnación de la ley a un deseo, el deseo del padre. El padre ya no es solo significante sino que aparece la vertiente deseante en relación a la función paterna misma. Esto ya dice del S(A). Ambas funciones se recortan en relación a la falta. ( deseo, castración) Entonces en el Seminario 5 la castración se introduce por la vía del la ley y en las dos notas la castración se introduce por la vía del deseo.
Qué entendemos por transmisión de un deseo que no sea anónimo?
En primer lugar transmisión de un deseo no es enseñanza, información, explicación, no se trata de un saber que se enseña sino más bien de una posición respecto de la castración entendida como no hay relación sexual. Se trataría de la transmisión de un saber hacer. “Un” remite a la singularidad. Este concepto es complejo de aprehender, creo que uno concluye algo en el encuentro con la clínica. Es un concepto intransmisible por la vía de la enseñanza, tiene que ver con el propio análisis y la práctica clínica. Algo de esto podrán pescarlo mejor en el propio encuentro con la clínica.
Entonces la FP se trata a esta altura de la articulación de la ley al deseo, que el padre sostenga una encarnación de la ley en el deseo. No se trata del se desea, impersonal, universal, anónimo, sino de la encarnación del deseo, el encuerpo que dice de lo singular en juego. Esto vale tanto para la constitución del sujeto como para lo que enmarca la transferencia. En RSI, Seminario 22,  Lacan plantea la función del padre en relación a la péreversion: versión del padre, un padre orientado por su deseo que toma a una mujer como objeto causa de su deseo. Entonces ubica al padre como hombre y a la madre como mujer, rescatando el lado femenino de la madre.  Recordemos lo que decíamos respecto del 2° y 3° tiempo del Edipo. Allí había ya un anticipo del padre en tanto hombre en relación a una mujer: “en cuanto objeto la madre es suya no del niño”.” El padre puede darle a la madre lo que ella desea y puede hacerlo porque lo tiene”.
Por otro lado, también en RSI, plantea que la FP es la nominación. Esto es lo que permite pasar de la metáfora  al nudo borromeo. Lo que me interesa destacar es el valor de la nominación que, como 4° elemento anuda los 3 registros RSI y es lo que hace agujero. Lacan dice allí que el que nombra es el padre. El padre en tanto nombrante es el que permite el anudamiento de la estructura. Lacan postula diferentes posibilidades para el cuarto elemento, el Edipo es uno de los NP el analista también. En el Seminario 23 se refiere al psicoanalista como uno de los nombres del padre: “El psicoanalista solo puede concebirse como un sinthome. El psicoanálisis no es un sinthome, sí un psicoanalista”. Porque el psicoanalista es sinthome se anudan RSI. Es en esta lógica que podemos plantear como solidarias la FP y la posición del analista. Ambas poseen la cualidad del anudamiento, de anudar los registros. El nudo es la estructura.
Recordemos lo que Lacan dice en el Seminario 5 que, considero, anticipa esta conceptualización del padre como 4ª:”Lo esencial es que el sujeto, por el procedimiento que sea, haya adquirido la dimensión del NP”. 
Es en este punto donde vamos a introducir la posición del analista en la dirección de la cura: es por la vía del deseo del analista entendido como deseo de la pura diferencia que la función del analista también va a estar sostenida por un deseo que no sea anónimo.
Vamos a articular en un caso lo que venimos ubicando respecto de la FP, la FM, la posición del niño en relación al Otro y las consecuencias de ambas cuestiones para la dirección de la cura.
Es un chiquito de 5 años.
En la primera entrevista con la madre de Pablo,  ésta dice que su hijo presenta un retraso y relata todos los trastornos que presenta el niño: habló y caminó tarde, se hace pis a la noche, no habla bien. Dice ‘hay como un cordón umbilical imaginario que nos une’. Dice que no cree que el padre pueda concurrir. Aún así, lo cito y viene.  A la segunda entrevista concurren la madre y el padre, no aparece el tema del retraso y Pablo es nombrado como ‘rapidísimo’ por su padre. Ante el comentario de la madre acerca de los problemas de límites de Pablo,  el padre dice: ‘el problema de límites no es de Pablo, sino de ella’.
La madre lo presenta como retrasado y en su discurso advertimos la posición de ella respecto del niño: hay como un cordón umbilical que nos une, dice. Amor narcisista que obtura la operatividad de la función materna en tanto “un interés particularizado aún  por la vía de sus propias carencias”, su hijo es sinónimo de retraso. El padre dice que Pablo es rapidísimo y se queja de su mujer: el problema de límites es de ella. Que diga esto ya nos permite pensar que hay algo que él no logra limitar. Podríamos pensar que la mediación no está en juego.
Para poder pensar al niño respecto del Otro, tenemos que considerar no solo el discurso de los padres sino también el modo en el que el niño se presenta, esto es su discurso, si logra armar juego o no, ya que estas son las coordenadas que nos posibilitarán deducir el modo de respuesta del niño.
En la primera entrevista con Pablo  advierto que no se le entiende bien cuando habla, no solo por el modo de pronunciar sino por la manera de armar las frases. Le cuesta sostener una actividad y el juego se interrumpe por frases que irrumpen sin lógica aparente. Lo que empiezo a recortar es que estas frases se relacionan con lo fallido del padre; por ejemplo: ‘la montaña rusa de mi papá se cayó’; ‘mi papá se cayó de la escalera’; ‘yo tengo batería y mi papá no tiene’. El primer juego que intenta armar es con 3 muñecos. Dice este es mi papá, ésta es mi mamá, ésta es mi hermana. Ante la pregunta por dónde está él, dice: ‘Acá’ ( lugar de la madre), señalando un muñequito dentro de otro (un canguro). Le sugiero buscar un muñeco que lo represente a él y toma una ficha del dominó. La coloco al final de la hilera diciendo: ‘Ahora vos también estás’. Él, señalando el segundo muñeco dice: ‘Antes estaba, era ése’. Se le recuerda que ése era la mamá. Se queda callado y comienza a armar algo con las fichas. Luego tira el primer muñeco. Digo: ‘Pobre, se cayó el papá, levantémoslo’. Él lo vuelve a tirar diciendo: ‘se murió, dejalo, yo lo maté’. Intervengo volviéndolo a levantar.
En entrevistas posteriores comienza a instalarse ‘el juego de la batería’. Hace ruidos con la boca y mímica con las manos y dice que toca la batería. Dice: ‘la batería está rota’, ‘la tengo separada en partes’; ‘los platillos de la batería están pegados’. Ante la pregunta sobre cómo puede hacer para separarlos dice: ‘yo tengo una caja llena de tijeras. Las herramientas de mi papá son así (grandes) y las mías así (chicas)’. En otra sesión dice: ‘la batería está arreglada, le hice un tratamiento’.
Así el trabajo del análisis comienza a girar en torno a este juego. Pablo lo retoma en algún momento de todas las sesiones. Posteriormente comienza a dibujar equipos de música donde, según sus dichos,  las partes se conectan entre sí a través de cables. Pablo deja de hacerse pis, no enuncia más frases interrumpidas. A su vez la madre pide análisis para ella.       .
Podemos escribir de la siguiente manera el modo en el que llega Pablo:
Retraso
 x
Su presentación así lo testimonia: no se le entiende bien cuando habla, no solo por el modo de pronunciar sino por la manera de armar las frases. Le cuesta sostener una actividad y el juego se interrumpe por frases que irrumpen sin lógica aparente.
Las intervenciones apuestan a un lugar diferente para el niño que aquel que ocupa en tanto retrasado para su madre. Por ejemplo: separarlo del canguro indicando que de ese modo él no esta presente, indicando que con la ficha que lo representa sí está. Preguntando cómo se pueden separar los platillos de la batería.
Es fundamental  que el analista se tome el tiempo necesario para verificar o no que las funciones paterna y materna están operando respecto de la constitución subjetiva.
En este caso, nos percatamos de que la FP no está operando respecto de sus efectos en el niño. Estaríamos en el 1ª tiempo del Edipo, hay padre pero aún velado, esto es, aún no advertimos sus efectos. Niño súbdito/ objeto a: responde al capricho materno.
Luego de un tiempo de tratamiento y como efecto de la instalación del juego de la batería asistimos a la constitución de lo siguiente:
Rapidísimo         .                 retraso            bateria
Retraso                                     x
En este caso es la articulación en transferencia del significante ‘rapidísimo’ que desde el padre nombra a Pablo pero que aún no tenía efectos en él, con el significante ‘batería’ que aporta el niño y que se articula con el padre, la que posibilita en el tratamiento hacer operar la función paterna. Esto permite el movimiento que va de la posición del niño respondiendo al retraso (significante que da cuenta de la posición del niño en relación a la subjetividad de la madre) a una nueva escena posibilitada por el juego en transferencia. Se escribe la metáfora paterna en el análisis. El significante rapidísimo barra al significante retraso, lo equivoca.
El significante rapidísimo opera a partir del encuentro en transferencia. Pablo  puede servirse de dicho significante a partir de que la analista toma el significante batería y lo hace jugar (Vertiente cínica de la FP). Aquí se articula la metáfora y las funciones, lo que nos lleva a deducir que había FP pero era una mediación que aún no se había manifestado. (1ª tiempo del Edipo). Los efectos de su operatoria estaban en suspenso. Las consecuencias de la FP cobran valor para Pablo a partir de la articulación en transferencia del significante rapidísimo y batería: se equivoca el significante retrasado, en términos de la metáfora.
Recordemos lo que planteamos con el Seminario 5: el NP hay que tenerlo, pero también hay que saber servirse de él. (pag 160).
En el caso que estamos trabajando, la función del analista propició en la dirección de la cura que el niño pueda  servirse de la función paterna. La función del analista se sostiene en la articulación de un deseo no anónimo y se articula de este modo a lo que plantea Lacan en el Discurso de clausura de las jornadas sobre las psicosis en el niño: “hay que oponerse a que sea el cuerpo del niño lo que responde al objeto a”. Entonces la dirección de la cura se sostiene en este postulado que implica una posición ética y que sostiene el trabajo analítico y apunta a lograr un mayor grado de subjetividad.
Es por eso que se inauguran para Pablo las sustituciones propias que produce la significación fálica, resultado de la operación de la metáfora paterna. Logra armar una escena de juego, dimensión ficcional y hay efectos también en el cuerpo: deja de hacerse pis, se regula el goce en el cuerpo.
Resaltemos también que como efecto de las intervenciones no solo se conmueve para Pablo la posición de súbdito sino que algo también se conmueve, se agujerea en la madre en tanto pide análisis para ella.
El deseo del analista hace jugar la falta ofertando un lugar al tiempo que apuesta a rescatar la subjetividad. Augura, de este modo, un lugar diferente a ese sujeto a advenir. El encuentro con un analista abre  la perspectiva para el niño de producir  una nueva respuesta que será efecto de dicho encuentro.